Asesinato de la República
escrito
por *Marcos Guerrero
martes,
08 de abril de 2014
Refiere Román J. Duque Corredor, en
el prólogo al libro "La Justicia Revolucionaria", lo dicho por el Dr.
Cristóbal Mendoza, Primer Presidente de Venezuela, desterrado por protestar
contra el militarismo de Páez, en su carta dirigida al Libertador Simón Bolívar,
donde señala: "El abuso de todos los principios, el aparato de la fuerza
armada, la ofensa que se hacía al buen sentido y al pueblo entero, no permitían
mirar tranquilamente el asesinato de la República, yo hice ver a mis enemigos
que todavía quedaba un hombre libre en aquella tierra desgraciada".
Ciertamente, en múltiples ocasiones
nos damos cuenta de las arbitrariedades que se cometen contra ciudadanos
comunes, ahora también contra Alcaldes y Parlamentarios, y contra instituciones
públicas y privadas, muchas de ellas ejecutadas desde poderes llamados a
administrar justicia, y lo peor desde la cúspide de la Sala Constitucional, que
es la garantista del cumplimiento de la Constitución, y nos quedamos perplejos
ante posturas serviles en contra de cualquier sentido del Derecho,
resultándonos muchas de las veces ilógicas, recordándonos lo repetido en
nuestras aulas de clase: "Lo absurdo no es derecho" y "el
derecho es lógica".
Tristeza da observar el irrespeto
ganado por muchas de las Instituciones que hoy actúan al margen del Estado de
Derecho, recordándonos lo ilegítimo y lo ilegal, y cuando nos referimos a lo
ilegítimo advertimos que hay ilegitimidad de origen y de ejercicio, resultando
la ilegitimidad de origen el no consentimiento popular para el ejercicio del
poder, y la ilegitimidad de ejercicio es el practicar el poder al margen del
estamento legal instaurado, desviando su accionar hacia la arbitrariedad y el
abuso.
Todos sabemos que se está gobernando
al margen de la Constitución, de las leyes, de la institucionalidad, y por ello
es que muchos protestan, unos tratando de ejercitarlas de manera pacífica y
otros coaccionados a desplegarlas de manera violenta en su defensa propia, y
cómo no protestar, entre muchas otras cosas, cuando vemos a un grupo
paramilitar oficialista golpeando a un estudiante de la Universidad Central de
Venezuela, denigrándolo en su integridad física y moral, al desnudarlo y
someterlo al escarnio y burla pública. Todo ello se hace dentro de un gobierno
que se dice "popular", pero que está en estos días inmerso dentro de
un abismal rechazo en la calle, y no solo por desmejorar económicamente a su
pueblo, que efectivamente lo ha hecho, sino por violentar los derechos
fundamentales de un ser humano: La vida y la libertad, tanto la personal como
la de expresión, por esto ahora es más importante el comiso de una cámara
audiovisual o de un celular que un arma, vislumbrándose así el poder de una
imagen para la denuncia.
Consciente estoy que con
instituciones sumisas y débiles no lograremos salir de la crisis moral en que
ha descendido el gobierno (Estado) y el diálogo es algo prescrito, porque
amerita disposición y quien transite de espaldas a la Constitución y al margen
del Estado de Derecho, no tiene autoridad para dialogar y por ello es que
muchos se apoyan de la frase de nuestro libertador Simón Bolívar: "Cuando
la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho"; significando esto el
"Asesinato de la República", por culpa de quienes nos gobiernan.
@MARCOSGUER100
marcosguer100@gmail.com
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